Según han demostrado varios estudios, la elección de la copa mejora no solo el protocolo del vino, sino que puede cambiar el sabor de este. Por ello, es importante que conozcas qué copa utilizar para cada vino y para cada ocasión. Continúa leyendo con nosotros para descubrirlo.
La copa debe ser de cristal o vidrio fino
En primer lugar, como consejo general, debes saber que la copa debe ser de cristal o de vidrio fino. No puede ser de vidrio grueso, ni de plástico, ni de metal. Asimismo, debe ser totalmente incolora. Es decir, no esmerilada ni serigrafiada.
Respecto a la forma, es preferible una copa de paredes muy delgadas. Además, es necesario que tomes la copa siempre por el tallo y que la llenes como máximo hasta la mitad. De esta manera, el vino puede liberar gradualmente su aroma cuando se imprime a la copa un movimiento rotatorio que oxigena el líquido. También permite apreciar incluso los perfumes más delicados.
A cada vino su copa
Algunos ejemplos de las copas más populares entre los amantes del vino son siete: las impitoyables, la Copa ISO de cata, la Copa de tulipa, la Copa flauta, la Catavinos, la Caña, el Chiquito y la Cunca.
La Copa de tulipa es la más utilizada y presenta dos tamaños: el mayor, para los tintos, y el menor, para los blancos. En cambio, si lo que vas a beber un vino espumoso la mejor opción es, sin duda, la conocida como Copa flauta.
Ahora que ya sabes qué copa utilizar para cada vino tan solo te queda poner en práctica tus conocimientos y disfrutar aún más del vino. ¿Conocías alguna de las copas más utilizadas? ¿Sabías que la copa no puede ser de vidrio grueso?
