El borono se parece mucho a la morcilla. No obstante, ambos guardan diferencias importantes. ¿Serás capaz de distinguirlos? Descubre las tradiciones alrededor de este embutido dulce y cántabro.
¿Qué es el borono?
Se trata de un plato típico del municipio cántabro de Liébana. No obstante, también puedes encontrarlo en el este de Asturias y en el norte de Palencia. Al igual que muchos otros, surgió hace siglos para aprovechar lo que sobraba del cerdo en las matanzas. Su aspecto es bastante similar al de la morcilla. Además comparten ingredientes. Sangre, cebolla y algunas especias (como perejil y orégano y pimentón) se dan cita en él. Lo que cambia es que el borono no se embute en ninguna tripa de cerdo ni lleva arroz.
Así pues… ¿cómo se hace? ¿Por qué no es morcilla? El primer paso es amasar la sangre junto a harina de maíz y de trigo. Este proceso termina una vez obtienes una masa consistente. Según otra versión debes añadirle además pan de leña en migas. Verás cómo se forman pequeñas bolas ligeramente elípticas tras dos horas de reposo. A estas se les incorpora algo de grasa de cerdo en su interior. Puede resultarte fascinante que los cántabros conozcan esta grasa, de forma tradicional, como «alma».
Tras ello llega el momento de cocerlas, al igual que las morcillas, durante unos minutos hasta que estén en su punto. Para más inri, sus elaboradores las cuecen en la misma agua que el otro embutido.
¿Cómo comerlo?
Su peculiar nombre procede de un vocablo celta, según la RAE: «borona«. Significa maíz. De aquí se desprende la idea principal del auténtico borroso. Este puede tener una parte mínima de harina de trigo. Sin embargo, el protagonismo le corresponde a la de Maíz. Donde suele haber variación es en el asunto de la grasa de cerdo. Es habitual encontrar pueblos (como Cabuérniga o Los Tojos) en los que se sustituye por miel. Sin lugar a dudas, un cambio notable. ¿Has probado alguna vez un embutido tan dulce?
Si quieres experimentar con dulces y embutidos esta puede ser una gran oportunidad. El borono se suele consumir en frito espolvoreado con azúcar o acompañado de manzana frita. También es fácil encontrarlo con purés de patata. En Liébana lo suyo es degustarlo con manzana «repinalda» frita. Nos referimos a una variedad autóctona del pueblo que no vale para sidra. Suele emplearse para freír o para manzana de mesa. El borono, por su parte, fue un desayuno típico hace tiempo acompañado de leche y azúcar.
Las deshojas
El borono también se disfrutaba en las deshojas. ¿Qué son las deshojas?, te preguntarás. Como bien sabrás, en los pueblos pequeños no hay mucho que hacer. Esta es la razón por la que unas cuantas personas se reunían en una casa a deshojar. Quitaban las hojas a la panocha de la siguiente cosecha durante el otoño.euniones tradicionales que se hacían en otoño. Cada día se hacía en casa de un vecino. Este debía convidar a sus invitados con una buena merienda.
Los boronos preparados con la sangre de la última matanza nunca faltaban. Este era el pago con el que agradecía la labor a quienes asistían a su casa. Mientras deshojaban se ponían al día con las noticias del pueblo y los chismes.
Curiosidades del término
Si eres del País Vasco, más concretamente de Bilbao, te sonará este término por otra connotación. Solía emplearse para designar a las personas de pueblo cuyas costumbres chocaban con las de ciudad. Podría equivaler a «cateto» o «paleto». Hoy en día se sigue empleando para referirse a alguien con pocas luces o que hace las cosas de una manera demasiado básica. El borono en sí es un embutido muy simple.
Sea como sea, te invitamos a descubrir por tu cuenta este curioso embutido cántabro lleno de tradición. ¿Lo tomarías de desayuno con leche y azúcar? Aunque las comparaciones sean odiosas estamos seguros de que no podrás resistir la tentación. ¿Cuánto se parece a la morcilla?
