¿Conoces las aceitunas gordal con aliño tradicional de la Cueva? Descubre uno de los productos más icónicos de España de la mano del explorador de la Gastronomía Patrick de la Cueva. Presta atención si desconocías estas olivas porque te haremos una propuesta que no podrás rechazar.
¿Cómo son las aceitunas gordal con aliño tradicional De la Cueva?
Se trata de una excelente opción para tu mesa. Esta es apreciada por su gran tamaño y carnosidad. Además la ausencia de marcas les proporciona una estética elegante. La carnosidad deriva de la escasa proporción de aceite que contiene. Cultivadas en Sevilla, su cosecha tiene lugar entre septiembre y octubre. Durante el proceso prevalece todo el cuidado del agricultor ya que las recogen cuidadosamente a mano. De esta forma evitan dañarlas.
Posteriormente son transportadas al almacén con mucho mimo y delicadeza para ya ser clasificadas. Es aquí cuando las de mayor calibre, 60/80, son reservadas para la marca De la Cueva. Como están muy duras será necesario un proceso de cocción y salmuera para lograr un producto óptimo.
¿Cómo se logran?
Para lograr las aceitunas gordal con aliño De la Cueva primero se cuecen en una solución alcalina durante seis horas. Tras ello se lavan con agua. Así es como se reduce el amargor. Habiendo pasado este paso ya están listas para la fase final: la salmuera. Durante ella permanecen en bidones de agua y sal por un periodo de entre ocho y doce meses. Las aceitunas en este proceso sufrirán una leve fermentación.
Así pues, una serie de bacterias y levaduras les proporcionará el sabor característico tan apreciado en el mundo entero. Una vez listas, tan solo falta el aliño. Consta de pimiento marrón asado, ajo y especias. Los preparadores las añaden a mano en cada tarro para usar la misma proporción en cada envase.
El resultado
Las aceitunas gordal con aliño De la Cueva mantienen una firmeza y carnosidad en boca que las hacen muy agradables al morder. Aunque predomine el sabor característico de la aceituna, el aliño les añade ciertos matices que las convierten en un aperitivo muy exquisito e interesante. Son equilibradas en sal y la mejor manera de degustarlas es refrigeradas. De esta manera tienen mejor mordiente y sabor.
Antes de consumirlas debes tener claro que la calidad de una aceituna se mide en base a tres factores. El primero es el aspecto visual: el tamaño del fruto y ausencia de marcas. También es importante el mordiente, ya que el bocado debe ser firme y carnoso. Una blanda denota baja calidad. Por último destacamos el sabor, que debe ser equilibrado sin exceso de sal. Sin lugar a dudas, De la Cueva vuelve a deleitarnos con uno de los productos gourmet más representativos de la gastronomía española.