Inicio Actualidad Anisakis: un problema veraniego

Anisakis: un problema veraniego

Durante el verano crece el consumo de pescados y mariscos. Por ello es que con una mala conservación y uso de estos alimentos puede aparecer el anisakis. En este artículo te contamos todos los detalles y daremos unas pautas de cómo poder evitarlo.

La aparición del anisakis

Durante los meses de verano y los calores que estos traen, nos apetece comer pescado. Es posible que esta tendencia provoque que lo conservemos en unas condiciones poco adecuadas. El anisakis es un parásito con forma de gusano, de alrededor de tres centímetros de largo y un milímetro de grosor. Estas larvas se encuentran incrustadas en la cavidad abdominal de los pescados.

Las especies más parasitadas por este gusano son la merluza y el bonito. Aun así, podemos encontrarlo en otros peces como el rape o la caballa, entre otros. Según la Federación Española del Aparato Digestivo (FEAD), los pescados que comemos menos cocinados, tales como las anchoas marinadas o las sardinas en lata, son quienes más nos pueden perjudicar.

anisakis
Pescado afectado por anisakis. / Fuente: Wikipedia

Que hacer para no contraer este parásito

Los síntomas que hay que tener en cuenta para saber si nos hemos contagiado son variados. Los principales son el dolor abdominal intenso, los signos de obstrucción intestinal y los vómitos. Otros menos comunes son la aparición de reacciones alérgicas, que se manifiestan con urticarias leves. En última instancia puede provocarte una reacción anafiláctica.

Para hacerle frente al anisakis, hay que seguir una pequeñas pautas antes de consumir los alimentos. El principal es eviscerar el producto, es decir, limpiarlo y quitar las vísceras. Quitarás la mayoría del parásito, pero no todo. El enemigo de este gusano es la temperatura. Cocinar el pescado, ya sea a baja o alta temperatura, te hará deshacerte del problema.

Y si quieres disfrutar de un buen sushi, el congelado es fundamental. La forma más fácil es tener el pescado por debajo de los -20 ºC durante dos días. Y si tu congelador es convencional, se recomienda ampliar este plazo de congelación hasta los seis días. Ahora que lo sabes, ¿tendrás más cuidado al consumir pescado y marisco?

Compártelo