Inicio Del mar Buen año para comer sardinas, ¿por qué?

Buen año para comer sardinas, ¿por qué?

Pocos saben que el nombre de este pescado azul proviene del que se comía frecuentemente en la isla italiana de Cerdeña. Este manjar tan popular en todo el Mediterráneo y que forma parte de su rica dieta parece que este año será más frecuente. Las cofradías de España y Portugal han pedido duplicar sus capturas al observar su gran recuperación. La campaña, que suele comenzar el 1 de mayo y permanece hasta octubre, ha servido para tener esas buenas sensaciones. Pero, ¿sabes por qué debes comer sardinas? ¡Te lo contamos!

Recuperación del jurel y el boquerón

Aunque no con la misma cantidad, parece que también se recupera, gracias a la buena gestión de recursos, el boquerón y el jurel. El pescado azul suele pescarse con más frecuencia en los meses de calor debido a la mayor cantidad de fitoplancton. Con el aumento de temperaturas en el agua, este organismo se desarrolla más y el pescado sube a la superficie a alimentarse de él.

Es en estos meses donde se suele acumular, por su gran ingesta, la mayor cantidad de grasa en dichas especies y ello le aporta su gran cantidad su color azul brillante. El tamaño permitido de pesca es de 11 a 25 cm y suelen llegar al mercado con una medida de 15 cm cuando la sardina tiene dos años de edad.

Comer sardinas por sus nutrientes

En España se consumen algo más de 40 kg por persona y año. Este dato es superado solo por Portugal, que supera los 50 Kg. El valor nutricional de la sardina y, en general de todo el pescado azul, viene marcado por la época de captura. Es en verano donde el nivel de grasa del pescado es mayor siendo un gran aporte de ácidos grasos poliinsaturados Omega 3. Aunque tiene algunas grasas saturadas, estas están en niveles muy bajos.

El pescado azul tiene un contenido graso superior al 7 %, a diferencia del pescado blanco, que no supera el 1 %. Nos aportan minerales como el selenio, fósforo, magnesio, yodo, hierro, zinc y calcio, así como vitaminas del grupo A y D. También nos aportan un 20 % de proteínas de muy buena calidad.

El gran aporte de grasas Omega-3 hacen de este producto un alimento muy interesante para nuestra salud cardiovascular. Porque regulan el metabolismo de las grasas, consiguiendo ayudar a regular el colesterol malo, así como la presión arterial. También consiguen fortalecer el sistema inmunológico.

Es aconsejable comer sardinas (u otro pescado azul) dos o tres veces por semana, en el caso de las personas adultas. También en el caso de los niños el consumo es recomendable en una comida semanal al menos, pudiéndolo introducir paulatinamente desde los diez-doce meses. En el caso de la sardina, el boquerón y jurel, comerlos es recomendable en comparación con pescados de más tamaño que tienen niveles de metales pesados superiores. Aunque es un alimento muy saludable, deben vigilar su consumo excesivo todas las personas con un nivel de ácido úrico alto.

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Espetos de sardinas, una delicia en Málaga

En la gastronomía: famosos espetos

Es un pescado muy común en toda la costa y en su gastronomía. También lo es en todas las zonas de interior desde que el frío en el transporte se ha extendido. Es en estas zonas donde antiguamente las sardinas llegaban en salazón y que actualmente forma parte de la dieta diaria.

Por su calidad nutricional, su interés gastronómico y también por su precio razonable puede formar parte de muchas mesas del país. Una forma de comer pescado y diversificar nuestra dieta. Podemos consumirlo en muchas recetas desde las más simples como a la brasa hasta con arroz, ensaladas, en escabeche, al ajillo, fritas, al horno… Aunque si quieres comer sardinas de verdad, las más auténticas cocinadas en los chiringuitos o restaurantes próximos a la playa, nada mejor que irte a Málaga. Allí preparan unos espetos que son la delicia de la provincia.

Aunque en esta ocasión queremos compartir contigo una receta algo diferente para intentar que innoves con este rico manjar marino cuya temporada de pesca está en esplendor ahora.

Sardinas a la mexicana

Una receta para dos personas simple, fácil, diferente y divertida.

1-Debes coger dos tomates maduros, un poco de cilantro y una cebolla dulce. Trocea en pequeñas porciones y añade una pizca de sal.

2-Trocea 4-6 sardinas dependiendo del tamaño y fríe en una sartén 4-5 minutos.

3- Pasado este tiempo, añade las verduras troceadas a la sartén durante dos minutos.

4- Retira del fuego y sirve en una fuerte, junto con unas tortillas de maíz para comer junto.

Esta receta es una buena opción si tenemos sardinas fritas de días anteriores, podemos trocearlas y recalentarlas junto con las verduras. De forma opcional, se puede acompañar con chiles picantes. Eso ya lo dejamos a tu gusto más personal. ¡Comer sardinas es una forma muy saludable de añadir pescados e incluso variedades a la dieta habitual!

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