Las croquetas son de las comidas más populares de España. Sin embargo, sus componentes no pueden ser ingeridos por toda la población. Es el caso de los celiacos, ellos no pueden consumir ningún alimento que contenga gluten. Por ello, hoy vamos a hablar sobre las croquetas sin gluten ¿las conoces? Te las presentamos.
Uno de los platos más típicos de España
Las croquetas son un plato que no falta nunca en las cartas de los bares. Es más, es uno de los favoritos de los españoles. Incluso, podríamos decir que unas de las recetas típicas de nuestro país. Pero ¿sabías que su origen no es nacional? Las croquetas provienen de Francia. Se pueden consumir como entrantes, acompañantes, tapas o plato principal. Además, se pueden elaborar con diversos ingredientes y de diferentes maneras. Es decir, podemos encontrar croquetas de jamón, de pollo, de cocido, setas, verduras, etc.
Los componentes que sí son fundamentales en su preparación son aquellos con los que se hace la bechamel y el rebozado. Y es que, no dejan de ser una masa de bechamel rebozada en huevo y pan rallado frita. Sin embargo, estos componentes pueden variar con el objetivo de adaptarse a alergias y enfermedades. Un claro ejemplo son las nuevas variedades de croquetas sin gluten. Cocinadas pensando directamente en las personas celiacas. No obstante, los productos sin gluten, en general, suelen tener precios muy elevados.
Receta casera
Si eres celíaco, o conoces a alguien que padezca esta enfermedad, y no quieres perderte la oportunidad de saborear este manjar. Nosotros te enseñamos cómo realizar unas croquetas sin gluten deliciosas. En tu casa y sin tener que pagar precios desorbitados. De tal manera, esta receta te saldría a 2.1 euros de media por persona. ¡Empezamos!
Ingredientes
- 100 gramos de harina sin gluten de Schär. También se puede utilizar Maicena o almidón de maíz
- 50 gramos de jamón picado
- 750 mililitros de leche
- Media cebolla
- Pan rallado sin gluten ni lactosa Panceliac
- 2 huevos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra recién molida
- 3 gramos de nuez moscada molida
Comenzamos con la masa
Para comenzar debemos pelar y cortar la cebolla de manera muy fina. Tenemos que intentar que no se aprecie al morder. Igualmente lo hacemos con el jamón. En este caso lo cortamos según nos guste su toque. Ósea si te gustan las croquetas con tropezones, no hace falta que sean muy pequeños. Mientras tanto, en una sartén grande echamos dos cucharadas soperas de aceite de oliva. Añadimos la cebolla y la dejamos que comience a pochar a fuego muy bajo. De tal manera, calentamos a leche sin lactosa y disolvemos en ella la harina sin gluten o la maicena.
En cuanto observemos que la cebolla se muestra transparente, incorporamos la mezcla, previamente hecha. Aprovechamos este momento para salpimentar y echar la nuez moscada. ¡Cuidado con la sal! El jamón ya es salado por sí mismo. Removemos frecuentemente para evitar que aparezcan grumos. A fuego medio. Para que la bechamel salga bien necesitamos remover bien y durante mucho tiempo. Más o menos, hasta que se despegue la masa de los bordes al pasar el cucharón. Una vez ya espesa, echamos el jamón. Sin parar de remover.
Lo último que tenemos que hacer para tener una masa perfecta es apagar el fuego. Retiramos la masa a un bol y la dejamos enfriar.
¡A rebozar!
Una vez la masa ya esté fría, comenzamos a moldearlas. Haciendo bolitas circulares o de una manera más ovalada, este paso lo realizamos según como nos guste. Ahora necesitamos coger dos platos hondos. En uno cascamos y batimos los huevos. Mientras que el otro lo cubrimos bien de pan rallado. Cuando la bechamel ya tenga la forma deseada, la bañamos de manera individual en huevo. Las escurrimos bien y las introducimos al pan rallado. Asimismo, repetimos este paso con el huevo, nuevamente.
Mientras que realizamos este proceso, calentamos en una sartén honda una buena cantidad de aceite. Si este ya está caliente, empezamos a freír las croquetas ya rebozadas. Debemos tener precaución e ir friendo las croquetas por su cara superior. Evitando así que se nos abran y se les salga el relleno. Cuando las vayamos sacando del sartén las colocamos en un plato que tenga por encima un papel absorbente. Para retirar el aceite que no queremos. Y ¡ya estarían listas!
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Se trata de una receta sencilla y divertida, pero que toma mucho tiempo. Sin embargo, está claro que merece la pena. Nosotros somos, sin ninguna duda, unos grandes amantes de las croquetas. Por ello que nos parece necesario y muy buena idea acercárselas al mayor número de personas posibles, sin importar sus condiciones. Por eso vamos a reproducir esta receta de croquetas sin gluten. ¿y tu? ¿ya habías realizado este plato?
