Llega el verano, y con eso, el calor. Por eso es común que nos apetezca hidratarnos con bebida bien fría. El vino es una de esas bebidas que entra muy bien. Enfriar vino no tiene mucha dificultad, pero hay que saber como hacerlo. A continuación os detallamos algunos consejos para conseguir el punto perfecto.
Enfriar vino de la forma más simple
Agua, hielo y sal. Si deseas enfriar vino estos tres elementos son grandes aliados. Combinar esos tres ingredientes es sencillo y acelera el proceso de enfriamiento de una forma óptima. Para empezar es fundamental contar con un recipiente o barreño donde quepan todas las botellas que quieres enfriar. Es conveniente llenar alrededor de un tercio del recipiente con agua y arrojar en el unos hielos bien gruesos.
Después de este paso fundamental para enfriar vino, viene el truco que acelera todo el proceso. A este agua y hielo se le arrojan unos puñados de sal. Este condimento provoca que el hielo se derrita rápidamente, provocando que el agua se enfríe con mayor celeridad y se traspase al vino. Si se trata de un vino tinto, es recomendable que esté quince minutos sumergido. En cambio, un blanco o rosado aguanta mucho más el frío.
Otras formas de disfrutar de un vino fresco
Si no dispones de más tiempo para enfriar vino, siempre hay un truco infalible. Solo hace falta tener una nevera o un congelador. Cuando se mete en el frigorífico, es aconsejable que se mantenga en él una hora como mínimo. Y en el caso del congelador, con que esté media hora es suficiente para disfrutar de una bebida refrescante.
Otra de los consejos para enfriar vino es el congelar unas uvas y posteriormente agregárselas a la bebida. Y si consideras que es algo raro, con echar unos hielos de esos que tenemos todos es más que suficiente. Hay que tener cuidado porque algunos vinos no toleran el agua y es posible que se corrompa su aroma y gusto.
Disfrutar de un vino refrescante es más sencillo de lo que parece. Ya no hay excusas para no degustar una buena bebida en compañía de tu familia o en la soledad de tu hogar. Ahora que lo sabes, ¿lo harás este verano?