Después de la finalización de la campaña hace unas semanas, la DO Azafrán de La Mancha valora muy positivamente la calidad y cantidad obtenida de la especia. Con una cantidad de 607 Kg la D.O.P anima y facilita la entrada a los nuevos productores. Por ello y junto con la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) formarán para producir azafrán con este sello manchego de reconocido prestigio. Porque durante los últimos años se ha vendido toda la producción del condimento colorado tan gourmet. Conoce más aquí.
El gran prestigio en el mercado de la especia de Castilla La-Mancha facilita su comercialización y el éxito en las ventas ha sido creciente. Actualmente el gran reto de la DO Azafrán de La Mancha, como en todo el mercado alimentario de alta calidad, es garantizar esta excelente calidad y seguridad alimentaria. Todo ello para seguir manteniendo el gran puesto que posee respecto a la competencia este azafrán, el mejor del mundo.
Origen, crecimiento y recolecta
Aunque su procedencia se trasladó desde el Mediterráneo hasta el interior manchego, fueron con gran probabilidad los pueblos fenicios, griegos y romanos quienes lo trajeron a España. Luego, los árabes lo expandieron por toda la Península Ibérica, donde el cultivo fue adaptándose a las condiciones de suelos y climas. En concreto, en Castilla La-Mancha, tras asentarse el azafrán desde hace varios siglos, los agricultores lo trabajaron de manera sencilla, cotidiana y en base a la cooperación entre vecinos. Del campo a ganarse su prestigio mediante viajeros, escritores u otros testigos del producto manchego, alcanzó popularidad.
La DOP Azafrán de la Mancha acoge diferentes zonas de producción que pasan por las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. En los municipios donde los campos se llenan del color morado de sus flores, nace una especia que se resguarda dentro de cada flor. Esta es recolectada cuando comienza a abrirse su corola, en la etapa posterior al surgimiento de estas plantas entre el 15 de octubre y principios de noviembre.
Durante la campaña de recogida, los agricultores arrancan temprano la jornada, cesta bajo el brazo, para ir retirando la flor en su totalidad hasta evitar las horas de más calor. El corte se efectúa de un tirón, en la zona que une el tallo y el cáliz. Después, esas flores se depositan con delicadeza en el canasto de mimbre, material que permite al producto su aireación. Luego, la siguiente etapa es la monda.
Monda y tostado
Un proceso de desbriznado o monda se realiza de forma inmediata sobre las flores recolectadas, que se extienden con suavidad en una superficie seca pero absorbente, evitando el apelmazamiento. Esta tarea consiste en extraer el azafrán propiamente dicho, que son los estigmas de la flor. Se rompe por la parte del tallo en la que comienza a adoptar un color blanquecino. Se guardan en un recipiente como un bol.
Por último, el tostado se aplica a ese azafrán con un papel fundamental, ya que entra en juego el aroma, el contenido de humedad, el poder colorante y la estabilidad física. Un tratamiento térmico almacenando el producto en unos envases que lo aíslen tanto de la luz como de la humedad permite una conservación perfecta. Luego, la DO Azafrán de La Mancha comercializa la especia en pequeños botes de 100 gramos como máximo en el plazo de un año desde que se elabora.
Calidad y control
Con la gran responsabilidad de defender el mejor azafrán del mundo la Denominación de Origen Protegida buscará la ayuda de laboratorios e invertirá en I+D+I para asegurar esta calidad. Con ello se pretende implicar a los productores. También demostrar al consumidor final de la diferencia de su azafrán versus otros del mercado, que llegan de muchos lugares del mundo con calidades diversas.
Promoción desde la DO Azafrán de La Mancha
Aunque es considerado el mejor azafrán del mundo para algunos, es un gran desconocido por muchos expertos. De esta manera, la DOP quiere establecer una campaña de promoción y conocimiento del producto. Se realizará en escuelas de hostelería, asociaciones y academias gastronómicas para, de esta manera, fomentar su consumo.
Otro gran reto para el prestigio del producto y que puede facilitar su comercialización es implicar al turismo gastronómico. Por ello se prevé realizar la Ruta del Azafrán. Durante el presente año 2020 se pretende hacer el proyecto que se llevaría acabo el próximo año 2021.
Este proyecto, además de dinamizar la zona, permitirá la implicación de la hostelería de la región, ayuntamientos e instituciones. Así como a los mismo agricultores con visitas al campo y a sus instalaciones. Presentar a más gente e interesados este condimento gourmet es el reto que se plantea la DO Azafrán de La Mancha.