Suena a fantasía, a un capricho de rico, pero es cierto. Existe oro comestible, y es un material que se ha utilizado desde hace años tanto para dar un caché especial a varios platos como para subirles el precio de forma descarada. Hoy os hablaremos de este peculiar ingrediente y de algunas de sus funciones y curiosidades. ¡Descúbrelo!
¿Qué es el oro comestible?
Puede parecer que con esta frase hacemos referencia a algún alimento de color dorado que sea muy valioso (como el aceite de oliva virgen, por ejemplo). Pero no. Cuando hablamos de oro comestible nos referimos a, literalmente, oro que se puede comer. Se trata de un condimento culinario que se usa generalmente para la elaboración de bebidas postres y chocolates. No es muy difícil de elaborar, pese a lo que pueda parecer de primeras. Se han de seguir los siguientes pasos:
Lo primero es fundir las pepitas de oro a 1200 grados. Lo ideal es que cuantos más quilates mejor. Tras fundirse, se vierte en un molde y se forma un pequeño lingote que, mediante un proceso de aplastamiento, se va transformando en una finísima lámina de oro. Esta lámina se corta en pequeños cuadrados y se coloca entre superficies plásticas para batirlas. Este proceso suele durar entre 45 minutos y 1 hora.
Al principio era un proceso manual que se realizaba golpeando el oro con un mazo hasta dejarlo muy muy delgado. Posteriormente se le aplicaba otra sesión de batido de aproximadamente 1 hora hasta conseguir un grosor de 0,000125 milímetros. Sin embargo, hoy en día este proceso está automatizado. Lo realizan máquinas automáticas que golpean las láminas hasta conseguir el grosor adecuado. Las láminas resultantes son extremadamente delicadas.
El uso del oro comestible
Ya sabemos cómo se prepara, pero… ¿para qué sirve? El oro siempre ha sido asociado a la ostentación y el poder. En la actualidad, se han llegado a preparar platos de lo más extravagantes con este inusual ingrediente. Lo más habitual es que sirva como reclamo en algún postre con chocolates o en algún helado. Sin embargo, se han llegado a pagar más de 1.200 euros por un kebab bañado en esta sustancia. Parece una cantidad desorbitada por un simple baño dorado.
Pues, aunque parezca que se trata de un elemento meramente estético, lo cierto es que la ingesta de oro si que tiene algún que otro beneficio. Según los expertos, se trata de un alimento seguro para el organismo. El oro, el cobre y la plata forman parte de las sustancias químicas que residen en el cuerpo humano e intervienen activamente en el metabolismo, los procesos orgánicos y el funcionamiento de las células.
El oro otorga propiedades antinflamatorias, así como estimulantes de la capacidad intelectual, el aumento de la resistencia física, la eliminación de toxinas o la regulación del sistema inmunitario. Su principal virtud, sin embargo, es su componente tiomalato sódico, el cual es la opción predilecta en el tratamiento contra la artritis reumatoide. Así que, aunque pagar tanto dinero por un kebab sea bastante absurdo, por lo menos sabrás que lo que te estás comiendo tendrá algún efecto positivo sobre ti.
Algunos datos curiosos
Es muy probable que ninguno de nosotros pruebe nunca el oro comestible. Sin embargo, eso no nos va a privar de comentar alguna de las curiosidades más interesante de esta sustancia. Por ejemplo, el oro no tiene sabor. Está preparado para que pase por el cuerpo sin dejar rastro. Su consumo, además, está muy extendido en India. Actualmente es el mayor consumidor de oro comestible, con un reporte total de 12 toneladas anuales, en su mayoría para decorar pasteles de bodas.
Además, por si no ha quedado claro, en realidad no estás comiendo el oro que se utiliza en joyería. El uso del oro en los alimentos existe desde el antiguo Egipto, cuando elaboraban un pan en forma cónica que contenía oro molido en su interior. Este pan tenía un significado espiritual, ya que formaba parte de sus rituales religiosos.
¿Qué te ha parecido? ¿Conocías estas propiedades y usos del oro comestible? Sin duda es un alimento llamativo que despierta la curiosidad al oír hablar de él.
