La sriracha es una salsa que triunfa cada vez más entre los fanáticos del sabor exótico. Cada vez son más los que se animan a probar esta receta de cocina tailandesa. Su composición es, cuanto menos, curiosa. Así que si quieres conocer un poco el origen de esta salsa tan peculiar y aprender a prepararla, este es tu artículo. ¡Sigue leyéndonos!
La sriracha, una salsa de culto
Las teorías sobre el origen de esta peculiar salsa son bastante diversas. Se habla de que la primera persona que elaboró el mejunje fue una mujer conocida como Thanom Chakkapak, que vivía en la ciudad con el mismo nombre que la salsa. Sin embargo, la «Asociación de Amantes de Si Racha» (que si, existe), sostiene que su origen se remonta a unos trabajadores de aserraderos birmanos.
La historia cuenta cómo estos trabajadores visitaban una tienda en Si Racha, donde compraban chiles, vinagre, azúcar y sal. Después de juntar los ingredientes, en un mortero mezclaban todo para hacer una salsa. Según parece, la dueña de la tienda vio cómo los trabajadores elaboraban esta salsa y empezó a imitarles para comercializar el producto. Fue tal su éxito que varios clientes comenzaron a comprarla sus ingredientes en grandes cantidades para comercializarla bajo el nombre de Sauce Si Racha Traa Phukhao Thong.
Otro posible origen nos transporta a la década de 1930. Se cuenta que la sriracha fue una creación culinaria de La Orr Suwanprasop. Esta mujer nativa de Si Racha se casó con un hombre de Bangkok y ambos se trasladaron a esta ciudad. Allí empezaron a vender la salsa, haciendo que se convirtiese en todo un fenómeno para los lugareños y creando una de las salsas más interesantes de la gastronomía.
Una receta para los más cocinillas
La salsa sriracha se puede encontrar en varios centros comerciales y mercados sin necesidad de que sean especializados en comida tailandesa. Su sabor picante ha ayudado a que varios fanáticos de la comida le den una oportunidad. Sin duda es una buena opción para elevar el nivel de tus fiestas en casa, pero… ¿Es posible hacerla en casa? La respuesta es sí. Para ello, necesitarás:
- 2 cucharadas de postre de azúcar moreno
- Vinagre de vino blanco
- 8 dientes de ajo
- 4 pimientos jalapeños
- Chiles picantes
- 4 pimientos dulces (opcional)
- 1 pimiento rojo
Lo primero siempre será lavar y pelar los ingredientes. Cuantas más semillas dejes de los pimientos, más picante será la salsa resultante. Trituramos los distintos tipos de pimiento en una batidora, junto al ajo, y poco a poco vamos añadiendo el vinagre a la mezcla. Cuando la mezcla esté lista, ponemos la salsa en un bol o tupper y la dejamos reposar durante tres días a temperatura ambiente. Es importante que no le de la luz directamente.
Tres días después, en un cazo aparte, agregamos el azúcar junto a 300 ml de agua y sal. Lo mezclamos y lo agregamos a la mezcla fermentada de pimientos. Volvemos a remover hasta que se mezclen bien todos y lo ponemos a hervir durante 10 minutos a fuego medio. Y listo. Una vez termine de hervir, ya tendremos nuestra deliciosa sriracha casera.
Pero… ¿cómo se sirve?
Puede que parezca algo evidentes, pero la pregunta tiene más miga de lo que aparenta. ¿Cómo se sirve la sriracha para que sea lo más fiel posible a la receta original? Pues bien, en Tailandia lo más habitual es servir esta salas con marisco. Y también casa bastante con verduras. Sin embargo, actualmente se ha extendido a muchos alimentos diferentes.
Los establecimientos de comida rápida cada vez se han aficionado más a ofrecer su propia versión de esta famosa salsa. es por eso que cada vez se puede degustar en más y más sitios. Y en los locales de cocina fusión también hay un especial interés por combinar el delicioso componente picante de la salsa con otros ingredientes. Es habitual como condimento de sándwiches, hamburguesas, huevos revueltos, patatas fritas, alitas de pollo, etc.
Así que ya conocéis esta deliciosa salsa picante. La sriracha es una salsa muy polifacética y que puede acompañar cualquier comida sin ningún tipo de problema. Únicamente tendrás que tener en cuenta que se trata de un condimento picante. Si lo tienes claro, ya solo queda disfrutar de su sabor.
¡A disfrutar!
