Es una bebida que te colma al beberla, que acaricia el paladar y desprende notas dulces y redondas para después descubrir notas amargas muy sutiles y agradables. Vive la experiencia de estar bebiendo auténtico té matcha, que no es simplemente hojas molidas, sino el fruto de un cultivo delicado. Así como el arte de la elaboración al saber que es algo sensible que aporta placer y grandes beneficios a la salud. Si aún no lo conoces no corras, descúbrelo sin prisas y disfruta el placer leyendo este artículo.
Su historia, desde Japón
Fueron los monjes budistas japoneses que iban a estudiar y mejorar sus técnicas en China que llevaron el cultivo y elaboración del té matcha al país nipón. De esta forma, se introdujo en Japón y se instauró en su cultura. Las clases más adineradas lo introdujeron en la ceremonia donde tomaban este tipo de bebidas infusionadas. La palabra «matcha» hace referencia al té en polvo en ambos países asiáticos.
En China, este producto tuvo otra evolución y la tendencia fue fermentar las hojas y utilizarlas enteras en lugar de molerlas. Sin embargo, en Japón adoptaron estas técnicas y las mejoraron para hacer una elaboración más cuidada y buscar la excelencia del producto.
Su cultivo y proceso de elaboración
El cultivo de la planta de este té se realiza de forma laboriosa y cuidadosa. Para ello los campos son protegidos bajo la sombra de unas lonas especiales. Todo ello hace que aumenten sus niveles de L-teanina y clorofila y que sus propiedades sean muy activas.
También las hojas del té se cubren con unos tejidos antes de su cosecha. Esto retrasa su crecimiento y aumenta su contenido en aminoácidos. Es en este punto donde se logra un sabor más dulce en el té.
Una vez cosechadas se extraen el tallo y las venas de las hojas. El té matcha, a diferencia del resto, no se fermenta sino que tan solo se pasa por unos baños de vapor. Con ello consigue conservar sus nutrientes y propiedades casi intactas. Después se realiza un secado muy gradual y se muelen delicadamente y lentamente. Todo ello para que la erosión y la temperatura de la molienda no dañen las propiedades del producto.
En el mercado se pueden encontrar infinidad de ofertas de té matcha, desconfía de las opciones baratas pues suelen ser tés verdes molidos, en realidad. También los hay molidos de forma más industrial aunque sea té matcha. Los hay de diferentes épocas del año también, los de principios de año son los mejores a diferencia de los de primavera que tienen una calidad más baja. También de diferentes países y zonas de Japón. Sin duda, el japonés es el de más alta calidad.
Los hay de diferentes tipos y técnicas de cultivo, como es el caso de los cultivos ecológicos o integrados. Esto es importante ya que las hojas tan tiernas y delicadas son presa de muchos insectos. Esto hace que, en según qué cultivos, se empleen pesticidas que no son aconsejables. Lo mejor es dejarse aconsejar por una buena tienda de té que sea de confianza y probar hasta encontrar el que te guste más.
Los beneficios de beber té matcha
El cultivo del té matcha se hace con extrema delicadeza y se protegen las hojas del sol. Todo ello hace que el nivel de clorofila en las hojas sea muy alto. Por esa razón podemos ver la belleza del verde vivo del té matcha.
Los altos niveles de clorofila ayudan a desintoxicar la sangre. También mantiene la alcalinidad de la sangre y los tejidos al eliminar los metales pesados, las toxinas químicas y los disruptores hormonales.
Previene el cáncer
Estudios recientes indican que la presencia de catequinas y polifenoles en esta bebida eliminan los radicales libres de nuestro cuerpo. Todo ello ayuda a reducir el riesgo de cáncer de recto, próstata y mama, según estudios de la Universidad de Illinois.
Energizante
El té matcha tiene en su composición un tipo de cafeína conocida como teofilina. Su peculiaridad es que mantiene los niveles de energía mucho más tiempo. Este compuesto ayuda al funcionamiento de las glándulas suprarrenales y mantiene los niveles hormonales correctos.
Ayuda a la relajación
Los monjes budistas utilizaban esta bebida ya que les ayudaba en su proceso de meditación. No es casualidad ya que el té matcha tiene en su composición L-teanina, un aminoácido que ayuda a estimular las ondas alfa del cerebro y es utilizado como anti-ansiolítico. Estas ondas ayudan a la relajación, evita la excitación y produce un efecto calmante. Todo ello ayuda a la producción de dopamina, mejora la memoria y concentración sin entrar en un estado de somnolencia.
Refuerza las defensas y la salud intestinal
El aminoácido anteriormente mencionado la L-teanina, así como los antioxidantes que tiene en su composición lo convierten en un potente estimulador del sistema inmunológico. Actualmente se dice que en el intestino tenemos nuestro segundo cerebro y que cuidar nuestra microbiota es fundamental. El té matcha como muchos tés verdes, ayuda a la bioactividad del intestino. Sus propiedades antioxidantes y estimulantes ayudan a un buen equilibrio que favorece la inmunidad y lucha contra enfermedades.
Aliado del colesterol bueno
El consumo de dos o tres tazas de té matcha al día reduce el colesterol LDL conocido como el colesterol malo y aumenta los niveles del colesterol HDL. Todo ello se produce ya que el consumo regular de este té reduce los niveles de creatinina que son, en parte, responsables de la absorción de este colesterol.
Pérdida de peso
Aunque no tiene prácticamente calorías si puede se convierte en un buen aliado para perder peso. El té matcha tiene propiedades gracias a las catequinas presentes en su composición que ayudan al metabolismo para quemar calorías. También a que se disminuyan la formación de células grasas. Además, tiene propiedades saciantes.
Un estudio de 1999 publicado en el American Journal of Clinical Nutrition (AJCN) demostró que consumir té verde matcha aumenta la tasa de quema de calorías del cuerpo del 9 % al 41 % del gasto energético diario.
La preparación del té matcha
Para obtenerlo en infusión necesitas tres simples utensilios. En primer lugar un cuenco de cerámica, en segundo una cucharilla pequeña -preferiblemente de madera o bambú- y por último el llamado chasen o batidor de bambú.
La preparación es muy sencilla, tan solo debes seguir unos sencillos pasos. Debes coger la cucharilla con unos 2-3 gramos de té matcha para una taza de unos 200 centilitros de bebida.
Después debes añadir el agua a unos 80º-90º C y batir con el chasen hasta conseguir espumar la bebida y ya tienes tu té matcha preparado para beberlo.
También podemos incorporar el té a multitud de recetas de repostería. Busca, en este caso, un té matcha para repostería ya que no será necesario que sea de alta calidad, pues se va a someter a alta temperatura en la cocción. Tú eliges cómo quieres consumir este producto de los sabios por todos los beneficios que te aporta.