El cardamomo es la tercera especia más reputada en el mundo detrás del azafrán y la vainilla. Hablamos del fruto desecado de la planta Elettaria cardamomun. Perteneciente a la familia del jengibre, su rico sabor la convierte en una aliada infalible de muchas recetas. No es de extrañar que haya sido utilizada en la antigüedad tanto en la cocina como en la medicina. Y es que además posee múltiples beneficios para nuestra salud, ¡sigue leyendo!
Cardamomo, ¿medicina natural?
Como la mayor parte de las especias no nos aporta grandes nutrientes, pero si beneficios para nuestro organismo. En estas fechas a muchos nos gustaría alejar los resfriados y la gripe de nosotros y resulta que el cardamomo podría ayudarnos. Además, posee una gran capacidad antimicrobiana, ya que el aceite de sus semillas es capaz de combatir bacterias y hongos. Otra propiedad interesante es que actúa contra los estados nerviosos (estrés, fatiga, ansiedad, etc). Ojo, ayuda a prevenir el cáncer de colón, y está demostrado por varios estudios.
Mejora la salud del corazón puesto que mantiene a raya la presión arterial. También la salud bucal puesto que el cardamomo contiene cineol, un antiséptico natural que trata las caries y el mal aliento. Asimismo interviene positivamente en la salud del hígado. También actúa como regulador intestinal. Así, según la Fundación Española de Nutrición (FEN), el cardamomo estimula el apetito, alivia los cólicos y puede incluso llegar a contrarrestar la diarrea.
Para terminar debemos especificar que es una especia con un sabor muy rico y exótico para la cocina. Hablamos de un condimento con rasgos picantes muy habitual en la cocina asiática, pero que gracias a su versatilidad lo podemos incorporar a cualquiera de nuestras recetas. Cuéntanos si habías escuchado algo sobre esta especia o si ya has probado su estimulante sabor.
