Solo el 44% de los españoles lee las etiquetas de los alimentos. El resto solo mira la etiqueta por encima o ni siquiera ni la lee, según un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios.
El 52% de los consumidores que ha participado en la encuesta asegura que no lee las etiquetas de los alimentos porque el tamaño de la letra es demasiado pequeña. Sobre todo, esto afecta a los consumidores mayores de 60 años. Otros problemas que encuentran los consumidores respecto a las etiquetas son: a veces leer algunas etiquetas requiere mucho tiempo, no tienen el hábito de leer el etiquetado, porque resulta difícil de entender, porque no encuentran la información que buscan y porque no les importa dicha información.
¿Cuál es la información más relevante de los productos para los consumidores?
La información más consultada por los consumidores cuando compran un producto por primera vez es la fecha de caducidad o consumo preferente. Seguida por la lista de ingredientes, la tabla de información nutricional, el lugar de origen o procedencia y las instrucciones de cocinado. La encuesta realizada por la OCU, revela que aunque la información más consultada sea la fecha de caducidad o consumo preferente, los consumidores no la entienden, ya que solo el 41% de los encuestados respondió correctamente a tres preguntas básicas sobre el significado de la fecha de caducidad. Por lo que, la OCU ha solicitado al Ministerio de Consumo una campaña para informar a los consumidores sobre los plazos de conservación y consumo de los alimentos.
Tras este este estudio, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), ha pedido una reforma de la normativa actual para incrementar el tamaño de la letra del etiquetado, actualmente en 1,2 milímetros, la AESAN pide 3,0 milímetros. También pide destacar la información esencial, como la fecha de caducidad o de consumo preferente y la lista de ingredientes.