Asturias, patria querida y rica gastronómicamente con multitud de productos procedentes de la propia tierra, también consigue de las aguas que la bañan unos excelentes manjares. Unos son más conocidos, otros no tanto, como es el caso de los llámpares. Si nunca has oído este nombre seguro que te puedes hacer una idea si ya te adelantamos que se trata de lapas comestibles. Pero no unas cualesquiera, sino las que nacen y se recolectan en las costas asturianas. Pasan a ser un alimento exquisito cuya cotización es alta. ¡Te contamos más a continuación!
La despensa marina asturiana
Está claro que tanto la sidra como el cachopo son dos de los productos más populares y famosos de la gastronomía asturiana fuera de sus fronteras. Sin embargo, no solo de platos contundentes (como el mencionado de carne) vive la cocina de esta comunidad autónoma del norte peninsular. Al estar bañada por el Mar Cantábrico, toda la provincia se nutre también de una amplia variedad de manjares procedentes de esas aguas.
Entre pescados y mariscos, la despensa marina asturiana es muy interesante, tanto como curiosos son los nombres que tienen cada una de las especies que son capturadas. Por ejemplo, la andarica, la ñocla, el pixín, el xáragu, el tiñosu o las protagonistas de nuestro texto de hoy: los llámpares. Tan desconocidos como cotizados y deliciosos en el paladar. Seguro que después de leer este artículo te entran ganas de probarlos en tu próxima visita a tierras asturianas.
¿Qué son los llámpares?
Lapas. Ni más ni menos que este molusco univalvo del que se ha popularizado tanto esa frase de «eres más pegajoso que una lapa». Quizás después de degustar esta delicia marina también a ti se te pegue algo… ¡su peculiar sabor que haga que no puedas parar de comerla! Pero antes de ver cómo se elabora y consume en la cocina, vamos a descubrir un poco sobre su recorrido desde el mar a la mesa. Porque los llámpares no se encuentran en cualquier parte, sino que habitan totalmente adheridos a las rocas. Su recolecta es bastante curiosa. ¡Te vas a sorprender!
Estas lapas comestibles tienen un pequeño tamaño, aunque las hay más pequeñas o de mayor tamaño pero suelen ser como las almejas. Al tratarse de un molusco ya te puedes imaginar cómo es: muy minimalista. Tan solo tienen una concha (cuyo color oscuro es variable) que se abre y cierra. En su interior está el ser viviente que se come, de tono blanquecino-anaranjado. Su aspecto recuerda al de un caracol con unos cuernos para orientarse. Eso sí, lo más curioso es que tienen una ventosa para ir desplazándose por las rocas, totalmente pegadas.
Así se pelan estas lapas
Estos univalvos se suelen esconder bajo las grandes rocas que son golpeadas por las olas de pequeñas playas asturianas. Un buen ejemplo es la playa de La Ñora, ubicada en el concejo de Villaviciosa (Gijón). Aquí, a la hora de extraerlas de su hábitat natural, los denominados peladores de llámpares llevan su propia herramienta cuyo aspecto es muy similar al de un destornillador pero con la punta más plana. Como bien dice el refrán «cada maestrillo tiene su librillo», cada pelador fabrica él mismo su utensilio para «pelar» cada lapa. Sí, este es el verbo que utilizan los que trabajan en este oficio que empezó a emerger hace unos 50 años.
Lo normal es recolectar las de mayor tamaño pero… ¡cuidado! Porque otra curiosidad es que nada más tocar o ponerte este molusco en el dedo se te queda pegado como una lapa. ¿Qué sorpresa verdad? En menos de dos minutos… te la juegan. Los peladores, que deben tener licencia como pescadores para cogerlas, suelen portar una cesta para transportarlas hasta el punto de venta o la cocina, directamente.
¿Cómo se preparan en la cocina?
Las formas de elaboración de los llámpares más tradicionales son varias. Una de ellas también es muy curiosa, pues se la conoce como «afogaes«, es decir, con un chorro de aceite en la sartén. Así de simple. Otro método culinario es guisadas con pimentón, cebolla y aceite junto a unos fideos o fabes para acompañar.
Sin duda, este último plato es muy apreciado en la gastronomía de Asturias, así que te recomendamos probarlo. Además, si acudes al municipio de Quintes cuando se celebran las Jornadas Gastronómicas de Les Llámpares, ¡ya rizas el rizo! Esta delicia marina te está esperando.