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Picaña: carne brasileña desconocida

La res brasileña goza de un gran prestigio a nivel internacional. Todos conocemos el famoso churrasco ensartado que locales como Brasa y Leña ha popularizado. Sin embargo, en este artículo tratamos un corte del país de la samba que pasa desapercibido en el resto del mundo. Se llama picaña y posee una gran calidad que la convierte en materia prima de primera para cualquier tipo de plato. ¡Conócela!

¿Qué es la picaña?

En España se la conoce como «tapilla de ternera» y en Argentina «tapilla de cuadril». No es otra cosa que la carne que encontramos en los cuartos traseros del animal. Esta sale desde la columna hacia los lados en la parte superior de la cadera. Así pues, se encuentra dividida y de una vaca podemos obtener dos picañas. Siempre ha sido muy valorada en Brasil, país referente en la ganadería de reses, pero ha pasado a la hostelería por sus cualidades.

Destaca por su jugosidad y su sabor. Resulta extremadamente fácil a la hostelería exprimir todas las posibilidades que ofrece. Por ello es que cada vez consigue más popularidad. No obstante, debemos recalcar que su jugosidad tiene un precio. Este es que se necesita cortar de una forma específica, de lo contrario pierde su virtud. De esta manera, la forma correcta consiste en dejar su faldón de grasa para darle su sabor y textura únicos.

picaña
Picaña/Fuente: @empachate _es en Twitter

¿Cómo degustar la picaña?

La mejor forma de prepararla es a la parrilla. Nosotros recomendamos que te hagas con una pieza de picaña, sal gruesa y seis dientes de ajo. Primero bate la sal en el mortero para que se quede entrefina. Sugerimos comprarla gruesa y luego batirla porque sale más barato. Después, salpícala por toda la picaña y deja que descanse varios minutos así. Mientras tanto, aplasta el ajo y mézclalo en una taza con aceite de soja. Tras este paso debes pasar el aceite condimentado por toda la pieza y escurrirla.

Para acabar, pon la carne sobre brasas calientes por alrededor de 40 minutos en la parrilla. Al darle la vuelta a la carne debes salpicarla otra vez con sal y echar un poquito de la salsa de ajo. ¡Eso sí, cuidado que no escurra demasiado hacia el brasero! Saca esta carne cuando se encuentre en el punto deseado y deja que descanse de cinco a diez minutos. Ahora solo te falta sentarte a la mesa y disfrutarla. Puedesservirla con porciones de salsa de hierbas y pimienta. ¿Le das una oportunidad?

 

 

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