La industria de la seta de Cataluña ha innovado en la elaboración de hongos. Han marcado un nuevo hito al diversificar la variedad de setas comestibles. De esta manera han conseguido su cultivo independientemente de la época estacional. ¿Quieres conocer más detalles? Te los contamos.
Setas comestibles accesibles durante todo el año
Se acabó el esperar a una época determinada del año para consumir tus setas comestibles favoritas. Al igual que olvídate de tener que viajar para ello. Todo esto gracias a la industria de la seta de Cataluña. ¡Ha conseguido un hito histórico! Consiguiendo diversificar su oferta. Se trata de dos variedades lignícolas, es decir que crecer sobre la madera o los troncos de los arboles. Estas son: Fistulina hepática, más conocida como lengua de buey, y el políporo gigante o Meriplus giganteus. Dos ejemplos, hasta ahora, atados a la estacionalidad y productividad de los bosques.
Pero eso era antes, el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) ha reunido las condiciones idóneas para su cultivo. El suyo ¡y el de otras seis más! En las que se incluyen: la seta chopo; la pipa; el políporo frondoso; el liófilo agregado; la seta de cardo; y la seta de espalda de faisán. Esto se ha conseguido tras dos intensos años de investigación. Tiempo en el que el mayor objetivo era lograr los primeros cultivos de setas comestibles autóctonos. Pero ya se puede decir que “ya están listos para la producción comercial con garantías de éxito” ha asegurado Joan Pera, investigador de IRTA.
¿cómo se ha conseguido esto?
El proyecto comenzó con un análisis y recolección de hongos lignícolas, realizado por la Sociedad Catalana de Micología. El siguiente paso lo realizaron los investigadores de IRTA aislando los ejemplares recogidos. A partir de esta muestra se pudieron probar los métodos de producción de la semilla de los hongos y setas. Así como las condiciones óptimas de cultivo de cada especie. “Diseñamos una mezcla de trigo, centeno, sorgo y agua idónea para la producción de semilla en casi todas las cepas” ha explicado Pera.
La segunda parte del proceso consistió en llevar a cabo los protocolos de producción industrial. Una vez obtenidos los primeros resultados, se evaluaron sus características nutricionales y organolépticos. Llegando a la conclusión de que “no hay diferencias significativas en la composición de proteínas, azúcares o grasas entre las setas del bosque y nuestros cultivos”, asegura Pera. Además, añade que no solo no hay diferencias importantes, sino que hay ventajas. Como, por ejemplo, desestacionalizar la recogida de setas.
De esta manera, permite una recogida de las setas comestibles en su momento maduración ideal. Garantizando así una mayor seguridad alimentaria. “En algunas especies, como Laetiporus sulphureus o Sparassis crispa, nos falta solo un último paso para encontrar las mejores condiciones de reproducción de su hábitat y tenemos muchas esperanzas de que lo conseguiremos”. Por lo que el banco de cepas del IRTA continuará activo trabajando en nuevos cultivos autóctonos. Siempre de la mano de Bolet Ben Fet.
Una técnica sostenible
Tradicionalmente la producción de hongos autóctonos en Cataluña ha sido, prácticamente inexistente. Por lo tanto, en un contexto de aumento del consumo de setas en Cataluña y en Europa en general, esta nueva alternativa constituye una oportunidad de mercado. De la cual hay que aprovechar la ventaja competitiva. Sin embargo, no solo importa el beneficio económico. Si no que trasciende a un avance en la sostenibilidad en la gestión de los recursos forestales.
Tanto que el cultivo agronómico de estas especies implica una reducción en la presión recolectora sobre sus poblaciones naturales. Debido a que: disminuye el impacto ambiental de la recolección, preserva la biodiversidad y el papel que juegan las setas en los ciclos biogeoquímicos. “Las setas son fundamentales para reciclar elementos difícilmente degradables, como la lignina, y cerrar el ciclo de regeneración de los bosques” destaca Joan Pera.
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Esta innovación constituye un antes y un después en la producción de los hongos. Esta nueva técnica elimina las barreras naturales que supone su elaboración. Es decir, permite que nos olvidemos de la época de cultivo idónea, debido a su atemporalidad. Así como de la distancia, debido a que se cultivan localmente. Asimismo, supone un adelanto en el plan de soluciones medioambientales. Además, es un orgullo que se haya conseguido en Cataluña. ¿Y a ti? ¿te supone un gran cambio este nuevo hito?
