Inicio Actualidad Polémica con Nutriscore: por qué no gusta

Polémica con Nutriscore: por qué no gusta

El sistema de etiquetado nutricional previsiblemente entrará en vigor en el primer cuatrimestre de 2021 en España. Pero la polémica con Nutriscore en toda la Unión Europea sigue dando de hablar en los países que ya lo han implantado con sus alimentos. Es el caso de Bélgica, Francia y Alemania. El etiquetado será voluntario para las empresas que decidan establecerlo, a falta de que la normativa europea decida sobre la obligatoriedad de la norma en todo el territorio común europeo. ¿Por qué motivos genera tal debate en cada nación que ya lo está utilizando? Aquí te lo explicamos bien.

Hasta este momento todo parecía indicar que este sistema es el que creaba mayor consenso en toda la Unión Europea que busca un sistema común. Es fácil para el consumidor y ello motiva a que científicos, asociaciones de consumidores, nutricionistas y gran parte de las empresas alimentarias lo vean con buenos ojos. Ahora bien, por ejemplo, en Italia se oponen a su uso.

Nutriscore Etiqueta
Nutriscore Etiqueta

Oposición italiana: polémica con Nutriscore

Aunque hay un compromiso por parte de los gestores del sistema, la polémica con Nutriscore existe. Para ir adaptándolo y ajustándolo a según qué productos que no se ajustan a este sistema de identificación y codificación nutricional, no debería haber problema. Pero el gobierno italiano no lo ve así. Todo empieza con la valoración por parte de Nutriscore de algunos productos de la dieta mediterránea. Productos como el aceite de oliva no obtienen la mejor de las valoraciones.

Desde la opinión del gobierno de Italia, se considera que es claramente discriminatorio en algunos productos de su país. Hacen mención de alimentos que consideran sanos y que entran en la dieta mediterránea como son el aceite de oliva, el jamón de Parma y el queso Parmigiano. Estos productos, según el ministerio italiano, podrían ser considerados en la categoría D (naranja) y E (rojo) por su contenido en grasa y sal.

Para las autoridades italianas es más justo utilizar un sistema que haga referencia a los tipos de grasas, si son saturadas o no. También el sistema debería tener en consideración y referencia la ingesta diaria de referencia. Para todo ello, los italianos han desarrollado un sistema alternativo llamado Nutriform que utiliza estos parámetros de ingesta diaria.

Parmigiano Reggiano
Queso Parmigiano Reggiano / Foto: Gaia Comunicación

Para las autoridades italianas y otros países europeos es importante tener en cuenta las dietas tradicionales. También buscar un sistema que aporte información del consumo diario recomendable. Todo ello ha llevado a que países como Grecia y Rumanía vean mucho mejor el sistema propuesto por Italia. De esta forma, la polémica con Nutriscore pone en cuestión una clasificación que ya está establecida actualmente en la Unión Europea.

Así califica el sistema de etiquetado

El funcionamiento del sistema Nutriscore esta basado en un semáforo muy visual. Este tiene una escala que va de la A a la E, en función de su mejor o peor clasificación. De esta forma, el sistema tiene una clasificación de 5 letras y colores, en el que la A de color verde oscuro es la mejor opción y la E roja la peor, pasando por la B, C y D. El sistema valora los aportes nutricionales que se consideran positivos como, por ejemplo, verduras, frutas, alimentos con fibra… Por otra parte, penaliza a los productos con contenido en grasas, azúcares y sal.

El principal objetivo es que el consumidor, de una manera sencilla, identifique los alimentos más saludables y facilite la compra de estos. De esta forma, saldrán mal en la escala Nutriscore productos como la bollería industrial, carnes procesadas, embutidos, patatas fritas y snacks. La Unión Europea quiere con esto dar información al consumidor y mejorar la nutrición de los europeos. Unas medidas cada vez más necesarias para frenar y prevenir los índices de obesidad que tiene la sociedad europea.

sin nutriscore en el aceite

La publicidad en la alimentación infantil

Además, uno de los grandes problemas en la nutrición sigue siendo la información y la publicidad que  les llega por diferentes canales de comunicación a niños y jóvenes. En este sentido, en España quiere reforzar un código ético de la publicidad en la alimentación infantil. Un “pacto” conocido como el Código PAOS. Este código actualmente regula los mensajes dirigidos a los niños hasta los 12 años. A partir del nuevo acuerdo, la intención es que se haga extensivo hasta los 15 años. Además, la intención de esta reforma es prohibir la publicidad la de todos los alimentos que Nutriscore señale como rojo.

Por otro lado, también se quiere prohibir la participación de personas famosas, influencers y dibujos animados famosos en la publicidad dirigida al público infantil. Todo ello para poder regular mejor la información y publicidad que llega a niños y que, actualmente, no está teniendo un control riguroso ni efectivo. Se cree que con ello se podrá conseguir mejorar la información que llega a los niños e influenciar para mejorar su nutrición.

Compártelo