Continúan las innovaciones y la búsqueda de soluciones para fabricar productos que sean más respetuosos con el planeta en el que vivimos. En este contexto, con el fin de reducir la huella de carbono que generan los cristales cuando pasan a ser desechos tras haber consumido una bebida, llega ahora una botella de cartón para vino. Sí, estás leyendo correctamente, no es ninguna broma ni realidad ficticia. Una empresa de Reino Unido –Frugalpac– la ha fabricado con dicho material reciclado y pretende comercializarla en el sector vinícola. ¿Tendrá éxito esta idea sostenible para sustituir al envase tradicional de vidrio?
Mejor recipiente contra dos huellas
Si bien es cierto que entre todos los envases que existen, el de vidrio es de los más respetuosos con el medio ambiente, este aspecto no elimina su impacto al fabricarse. Aunque durante su lenta degradación no se libera ninguna sustancia perjudicial, es en el proceso de producción cuando más huella deja. Se puede reciclar sí y también puede reutilizarse para otros usos en casa, pero las emisiones de CO2 son bastante más altas en comparación con este material que se presenta como alternativa. Porque la botella de cartón para vino Frugal tiene un impacto de hasta un 85 % menos en ese sentido. Además, su huella hídrica es cuatro veces menor que en el caso del vidrio.
Esas son dos ventajas medioambientales importantes de este recipiente, que también puede reciclarse posteriormente al consumo del producto que contenga. No hace falta resaltar de igual manera que este envase es mucho más positivo para la Tierra en comparación con botellas de plástico u otros materiales. Aunque desde sus inicios el vino se envasó y comercializó en el cristal, podría tener a partir de ahora una innovadora respuesta. El vidrio se recicla más que otros residuos pero ello no significa que no acabe, en muchas ocasiones, arrojado en medio de la naturaleza.
¿Cómo es esta botella de cartón para vino?
La solución a ese problema la quiere aportar la empresa británica Frugalpac, especializada en fabricar envases con material reciclado. Su propuesta es una botella de cartón para vino cuya materia prima procede en un 94 % del reciclaje, tanto para ese elemento principal como para los 15 gramos de plástico que igualmente incorpora. Unos 75 centilitros puede almacenar un recipiente forrado en su interior también por un material de calidad alimentaria. Esto es lo que le permite contener líquidos, incluidos también bebidas espirituosas, aunque primeramente quiera dirigirse al sector vinícola.
Otras características ventajosas del envase tienen que ver con su refrigeración, no solo posible sino que va un paso más allá, gracias a que mantiene el frío durante más tiempo que el cristal. Por otro lado, su precio -según apuntan desde Frugalpac– es muy similar al de la botella tradicional e incluso ofrece otra interesante posibilidad. Esa vinculada a la personalización del recipiente con todo tipo de diseños que se representan en su contorno. Algunos ejemplos se pueden observar en la siguiente imagen. Dos últimas ventajas recaen en su producción -apta directamente en las instalaciones de las propias bodegas, en la sección de embotellado- y mayor rentabilidad en el transporte.
Pero, ¿qué pasa con el sabor y propiedades?
Hasta lo que hemos comentado sobre la botella de cartón para vino Frugal es todo muy interesante, pero quizás desde la compañía británica deberían aclarar un aspecto fundamental. Hablamos de contener una bebida con un sabor y unas propiedades muy marcadas que en ningún momento deben alterarse durante la permanencia en el envase. De este asunto no se ha compartido información aclaratoria sobre si mantiene las cualidades organolépticas del producto vinícola. Puede que sea por esto que a la industria todavía no le esté convenciendo mucho la idea del cambio al cartón, aunque ya surgió la idea de la lata.
Solamente la bodega italiana Cantina Goccia ya está vendiendo sus bebidas con este nuevo envasado, pero habrá que esperar aún más para ver cómo reaccionan muchas otras bodegas del mundo. De momento, será difícil que una modificación tan radical se pueda establecer de manera masiva en un sector muy golpeado por la crisis del coronavirus. No corren tiempos ahora para innovaciones, aunque las propias empresas vinícolas puedan fabricar sus botellas al gusto gracias a la maquinaria que vende también Frugalpac para ese fin productivo.
Por otro lado, los fabricantes de ron, vodka o ginebra, entre otras bebidas alcohólicas, igualmente pueden aprovecharse de esta alternativa. Según la empresa, ya hay interés de un sector que busca la sostenibilidad también. Varias cadenas de supermercados se han interesado por Frugal, así que es probable que en Gran Bretaña, Holanda y Dinamarca se puedan encontrar pronto.
¿Serán capaces de convencer a cada vez más bodegas para sustituir al vidrio? ¿Se terminará consolidando la botella de cartón para vino en un futuro próximo? ¡Estaremos atentos para contarlo aquí si eso es así!
