La alimentación del futuro ya podría estar aquí y no dejaría indiferente a nadie. Efectivamente, estamos hablando de las impresoras 3D. Lo cierto es que, aunque se catalogue como tal, la nueva forma de crear alimentos lleva entre nosotros más tiempo del que creemos. De hecho, ya se están elaborando productos de muchos sabores, texturas y valores nutricionales diferentes. Esto no hace sino corroborar que aquello que hace unos años veíamos como lejano, es ya una realidad. Hay quien considera que todo esto empezó como un proyecto de la NASA; sea como sea, se ha extendido al resto de la países. Es el caso de Novameat, empresa española que nos ofrece una alternativa a la carne animal y, por consiguiente, una opción mucho más sostenible.
Novameat: sostenibilidad como premisa
Los hay que se niegan a admitirlo, pero es que, inevitablemente, los productos alimentarios plant-based están ganando terreno en el sector. Cada vez hay más concienciación no solo sobre lo que comemos, sino cómo esto afecta al planeta y al medio ambiente. En ese sentido, surgen empresas como la ya mencionada -y de la que hablaremos más en profundidad más adelante- Novameat, que al final lo que busca es crear una “carne artificial” para, de esa manera, frenar un poco la sobreproducción cárnica que ya es más que evidente.
Pero no es la única: otras como Redefine Meat o Atlast Food también se dedican a buscar alternativas vegetales a la carne animal -por ejemplo, la primera usa fibras de hongos para tratar de recrear la textura de la carne-.
El Steak 2.0, la joya de Novameat
Novameat nace en Barcelona en 2018 de la mano de Giuseppe Scionti, CEO y fundador de la firma. Lo cierto es que su objetivo con la start-up es bastante claro: ofrecer una alternativa que no comprometa al medio ambiente. Sin embargo, van un paso más allá: las alternativas veganas a los productos de origen animal cada vez son más populares pero, ¿tratar de recrear con una impresora 3D un filete de ternera? Sin duda un reto al que Giuseppe y su equipo han hecho frente.
«Empecé con el bistec, creo, porque es el santo grial de la carne de origen vegetal”, dijo, según The Guardian, el fundador. Allá por 2018 presentaron una primera versión; dos años después presentaron una segunda mucho más fibrosa. Continúan trabajando en ello para conseguir la versión definitiva y ofrecer el producto más “realista” y respetuoso con el medio ambiente posible.
Y te preguntarás: ¿de qué está hecho este filete de ternera? Entre otros ingredientes, contiene algas, guisantes y jugo de remolacha -que se usa, además, para darle un color más parecido al de la carne-. “A diferencia de otros filetes de carne vegetales en marcha, la capacidad biomimética de nuestra tecnología de micro extrusión nos permite imitar la textura jerárquica de las fibras, típica de la estructura interna de los músculos de ternera tanto a nivel microscópico como macroscópico”, explicaba Giuseppe para la revista TechFood.
Según confirman desde la propia empresa, Giuseppe Scionti es “el inventor de la primera carne de origen vegetal impresa en 3D del mundo”. Todo un hito en el sector y, sin duda, un gran avance en la alimentación sostenible; más aún si tenemos en cuenta que desde Novameat han estado trabajando con grandes chefs para empezar a incluir ese filete vegetal impreso en 3D en las cartas de los restaurantes.
También están trabajando en su versión del cerdo -“Pork 2.0”- usando la misma tecnología que están empleando para los filetes de ternera. Para ello están usando, entre otros, ingredientes como aceite de oliva virgen extra, extractos de arroz y guisantes, algas y remolacha.
Empresas como Novameat son, sin duda, el claro ejemplo de que una nueva forma de alimentación podría estar cada vez más cerca. Todavía no está extendido el consumo de los productos hechos en impresoras 3D, aún es algo que está arrancando, pero la iniciativa de estos innovadores es el primer paso hacia una dieta más sostenible y consciente. ¿Quién dijo que de la tecnología no podrían salir magníficos manjares para disfrutar como la carne de toda la vida? Seguro que tiene sus detractores, pero el futuro nos dirá cómo terminan consolidándose.
