¿Unas patatas bravas? ¿una de oreja de cerdo? Son raciones que seguro has pedido alguna vez en un bar. Pues esta última cada vez es menos requerida. Está cerca de desaparecer. Se trata de un alimento rico en proteínas, colágeno y minerales. Además, por muy español que parezca, se usa comúnmente en China. ¿Quieres conocer más datos sobre este producto? Ahora te lo contamos todo.
¿Se come?
La oreja de cerdo es un alimento cárnico. Se le puede considerar como “despojo”. Pero, nada que ver. En muchos bares se sirve y se considera como una de las tapas clásicas. Hay diversas maneras de cocinarla: en dados o tiras, natural o adobado, a la plancha o cocida…
Se trata de una comida que se caracteriza por su textura cartilaginosa. Ahora, y en los últimos años, se suele preparar a la parrilla. Acompañándola por alguna salsa picante, ajo o perejil. Sin embargo, también se utiliza como acompañante en recetas que incluyen legumbres. Un ejemplo de esto es la “Olla podrida”. Este plato burgalés tiene como protagonista las alubias y la oreja solo las acompaña.
Analizando su utilización, podríamos concluir que es un alimento únicamente típico de la cultura española. Pero no, la cocina china también emplea la oreja. En este país aparece como aperitivo o acompañamiento.
Propiedades
La oreja de cerdo es un alimento no estacional. Es decir, está disponible durante todos los meses del año. Aunque no es un alimento muy saludable. Su composición presenta más de un 60 % de agua y destaca su alto contenido proteico. ¡La oreja de cerdo tiene más proteínas que la carne de ternera!
Sin embargo, la calidad de estos macronutrientes es inferior. Esto es debido a que la oreja es rica en colágeno. Esta proteína al cocinarse se convierte automáticamente en gelatina. Al transformarse, pierde calidad proteica. Esto sucede porque el colágeno contiene una alta cantidad de aminoácidos esenciales como alanita, prolina, etc. Por lo cual, una vez cocinada la oreja, deja de ser una mejor alternativa que el resto de las carnes.
Además, más de la mitad de los ácidos grasos de este alimento no son saturados. Son fundamentalmente monoinsaturados. Asimismo, el índice de colesterol de la oreja supera la media de los otros tipos de carne. Tampoco contiene hidratos de carbono.
Origen
Como hemos dicho antes, la oreja de cerdo es una tapa básica de los bares. Sin embargo, los pinchos en las barras la están haciendo desaparecer. Lo que típicamente se servía en cazuelitas, ahora es prácticamente imposible de encontrar. Se trata de un plato que apasiona, especialmente, a las personas mayores.
Este dato se explica con el contexto de una generación que se ha criado con grandes dificultades. Épocas en las que abundaban las hambrunas. Y la oreja de cerdo era una opción muy económica. Además, recordamos que esta parte del cerdo es considerada despojos, por algunas personas. Lo que abarata su coste.
En sus principios, como antes las cocinas venían con fuego, los pelitos de la oreja de cerdo eran fáciles de chamuscar. No obstante, ahora se realiza mediante soplete o con un mechero. Su receta más común era cocerlas con cebolla, zanahoria y laurel durante bastante tiempo. Posteriormente, dejarlas enfriar para ya consumirlas.
Maneras de cocinar la oreja de cerdo
En su origen, cocidas. En los bares en cazuelas y a la plancha. En muchos lugares, incluso, las venden ya cocidas y adobadas. Con pimentón picante. Con ajo y perejil. Con salsa de tomate. Con la maravillosa salsa vizcaína, que en su origen no contaba con tomate, sino que se trataba de una preparación con la carne de los pimientos choriceros.
Existen muchas variedades, pero en ninguna de las mencionadas la oreja de cerdo participa en guisos. “La olla podrida” de Burgos si utiliza este alimento como acompañante cocido de legumbres. Esta combinación tiene su explicación en el tiempo de cocción. Ambas necesitan un largo tiempo en la olla. La oreja para que se ablande y las alubias o garbanzos para que se cocinen bien. Además, tienen que estar a fuego lento.
Con tanta información concluimos que es un plato típico en España que por consumirlo de vez en cuando no pasa nada. Como dice el refrán, una vez al año no hace daño. Pero, un consumo frecuente no sería recomendado. Además, las múltiples recetas y platos que permite realizar la oreja de cerdo facilitan mucho su consumo. ¿Vosotros que opináis? ¿Os consideráis fans de la ración de oreja del bar? Os leemos en los comentarios.
