Existen diversas formas de adaptar nuestra dieta a un estilo más saludable a la vez de aumentar el respeto por el medio ambiente. Pero, ¿sabes por qué comprar alimentos ecológicos más allá de esa actitud con el planeta? El auge de estos productos va más allá incluso de esa lógica. Sus propiedades organolépticas y su sabor hacen que cada vez más consumidores busquen en las estanterías de sus supermercados este tipo de alimentos. ¿Eres uno de ellos? Si tu respuesta aún no es positiva debes conocer cuáles son cada una de las razones para empezar a incluir productos ecológicos en tu lista de la compra.
Principales razones para comprar alimentos ecológicos
Realmente, hay varios motivos por los que todo el mundo debería comprar alimentos ecológicos. No todo se centra en el respeto del medio ambiente o la preocupación por la salud. De hecho, es un conjunto de todo esto. El primero y, seguramente más importante, es que la mayoría de clientes perciben estos productos como más saludables. Sobre todo, debido a la ausencia de pesticidas y otros componentes perjudiciales. Y es que, aquellas personas que llevan una vida activa y atenta a su salud están incluyendo, cada vez con más regularidad, estos sustentos en su dieta.
El sabor se está convirtiendo en una de las grandes razones por las que comprar productos ecológicos. Muchas personas sienten que estos alimentos tienen mejor sabor que sus homónimos, o incluso más natural y con un toque tradicional. Por otro lado, el factor medioambiental tiene más peso entre activistas y otros colectivos. No obstante, este sentimiento cada vez está llegando a más personas.
Y, por último, pero no menos importante, otros factores que influyen en menos proporción para incorporar dichos alimentos podrían ser: la preocupación por la seguridad alimentaria, la inquietud por el bienestar animal y el deseo de apoyar a las economías locales.
Existen ciertos impedimentos
Pero, como en todo, existen diferentes obstáculos que evitan que la compra de alimentos ecológicos se extienda a nivel mundial. Y es que varios estudios demuestran que entre el 40-70% de la población puntúa como positiva la llegada de estos productos a sus vidas. Pero, solo un 10% de ellos los compran de manera regular. La causa principal de esta situación suele ser el precio. Ya que los productos ecológicos tienen un valor más elevado que el resto. Por lo que, normalmente, son los grupos sociales con rentas más altas los que adquieren estos sustentos de carácter natural.
El segundo punto es la dificultad para encontrar estos productos en las tiendas habituales. En ocasiones, esto puede ser complicado ya que no todas las cadenas de supermercados o pequeños comercios disponen de esta gama de productos en sus catálogos. Aunque, cada vez son más los que amplían su oferta. La falta de confianza en su autenticidad, la percepción de imperfecciones externas o la falta de creencia de que estos alimentos aporten más nutrientes con respecto a los tradicionales completan el cupo de obstáculos que dificultan su compra.
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Los más asiduos
Hay muchos grupos sociales comprometidos con el cuidado del mundo que les rodea y dispuestos a cambiar su forma de alimentación en favor de ello. Y de sí mismos, por supuesto. Especialmente los padres y madres, sobre todos de niños pequeños, son los que más proclives a ello. Lo que pretenden con la compra de productos ecológicos es evitar la presencia de pesticidas en las comidas que ingieren sus propios descendientes. Y es que, ellos suelen ser muy conscientes de la importancia de los primeros alimentos en el desarrollo de los bebés.
Otros de los grupos más asiduos a este tipo de sustentos son aquellos que siguen dietas veganas y vegetarianas. De hecho, hace algún tiempo este solía ser el consumidor ecológico por excelencia. Y, por último, aquellos grupos de personas con mayor conciencia medioambiental suelen incluir productos ecológicos en su carrito de la compra con mayor frecuencia. Esta lista no quiere decir que el resto de personas se nieguen a probar este tipo de alimentos. De hecho, cada vez son más los que pretenden acomodar su dieta a ellos.
¿Eres una de las personas que buscan en las estanterías los alimentos más ecológicos del mercado? Has podido comprobar que no es solo cosa de su valor medioambiental. Aparecen factores de sabor, aroma y salud que decantan la balanza hacia el lado de estos productos.
