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Polifenoles: el secreto del vino

Los polifenoles son compuestos químicos que podemos encontrar en algunas plantas. En ellos podemos encontrar el motivo por el que el consumo moderado de vino tiene efectos saludables. A continuación te contamos todos los detalles.

Los polifenoles del vino

Junto con la acidez y el alcohol, los polifenoles son uno de los tres pilares fundamentales que forman el vino. Gracias a estos compuestos químicos, esta bebida obtiene su cuerpo, estructura y color. La planta de la uva, la vid, sintetiza estos elementos y lo convierte en escudo contra ataques de hongos, falta de agua o radiaciones ultravioletas.

Cada vino tiene sus características polifenólicas dependiendo de diversos factores. El clima y la composición del suelo son fundamentales. La inclinación del suelo, la profundidad y la riqueza biológica determinan el número de polifenoles que contenga un determinado vino. Cuando la cosecha se realiza antes de lo previsto, es posible que estos elementos no hayan madurado lo suficiente.

polifenoles
Copa y botella de vino.
/ Fuente: UTU

Los beneficios de estos compuestos

Siempre se ha dicho que hay que tomarse una copita de vino a la hora de comer. Y es que según la tradición popular, el consumo moderado tiene beneficios para nuestro organismo. Mucho tiene de leyenda, pero también de realidad. Según un estudio del Instituto de Investigación en Nutrición y Seguridad Alimentaria de la Universidad de Barcelona, una copa de vino aporta doscientos miligramos de polifenoles.

Un cuarto de estos elementos químicos existentes en nuestra dieta proviene del vino. Estos organismos ayudan, según el mismo estudio, a la disminución de la mortalidad y la de padecer enfermedades cardiovasculares, así como la reducción de los efectos de la diabetes. Eso sí, hay que consumirlo moderadamente y mantener un estilo de vida saludable y rico en ingredientes de la dieta mediterránea.

Como hemos visto, el efecto que le da positividad al alcohol es la existencia de polifenoles, que son ricos en antioxidantes y poseen poderes antiinflamatorios. La clave está en saber comer y beber bien. Así pues, ahora que sabes más, ¿tomarás una copa a la hora de la comida?

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