Tricube es uno de esos postres que no te dejan indiferente. Su atractivo pero simple diseño le valió el premio Ecotrophelia 2020. Además, es fruto del contraste de texturas, sabores y colores. Tiene todos los ingredientes para triunfar en el mundo de la restauración. También destaca por ser un concepto sostenible durante toda su elaboración. ¿Quieres conocer el postre que puede marcar un cambio de paradigma? Las creadoras nos explican su éxito.
Una alegría
Fueron a recoger el premio Elisabet Salas y Núria de Francisco en representación de su equipo debido a las restricciones por la Covid-19. Las cinco integrantes estudian ciencia y tecnología de los alimentos en la Universidad Autónoma de Barcelona. Recibieron la noticia con gran alegría.» Cuando nos dieron premio, inmediatamente contactamos con el resto del grupo para transmitirles la noticia. Fue una celebración diferente, ya que nos hubiese gustado estar todas juntas ese día tan especial», declaran las dos que lo recogieron. Ahora llevarán el plato a nivel europeo. Así pues, perciben Ecotrophelia Europa como todo un reto que encararán con mucha «ilusión, motivación y empeño«.
¿Pero qué es Tricube?
Se trata de un postre cuyo triunfo radica en el minimalismo. Sus creadoras destacan su sabor y la simpleza de su diseño como las claves de su éxito. Entrando en materia, es un cubo (como su propio nombre indica). Este contiene tres capas: yogur, crema catalana y chocolate. El equipo señala que «el yogur le aporta frescura, la crema catalana dulzura y el chocolate ese punto de placer». Su diseño se basa en una estética «minimalista, elegante y sofisticada». Les parece un aspecto muy atractivo para el consumidor al que se le suma un sabor «exquisito».
Tricube no sale de la nada. Sus cinco creadoras llevaban un año y medio con la idea metida en la cabeza. «Desde un principio tuvimos muy claro que queríamos hacer un postre de poca dimensión y a base de yogur«. A partir de ahí, el objetivo fue encontrar sabores que le diesen un toque único. Tras probar varios superalimentos como açai y baya de goyi se decantaron por lo tradicional. Finalmente, le añadieron crema catalana para «basarse en lo casero» y chocolate. Este último ingrediente le aporta un contraste de sabor, color y textura.
Como ya hemos comentado, el proceso fue lento y se barajaron múltiples opciones. Una de ellas era la incorporación de galleta. Esta introduciría una textura más crujiente. «Sin embargo, teniendo en cuenta que nuestro producto contiene una gran cantidad de agua y se mantiene en refrigeración, no sería viable incorporar un ingrediente tan seco como una galleta», añaden. A pesar de ello, el contraste entre texturas es notable, como podrás apreciar en la foto. Cada capa difiere bastante de la anterior.
Sacarlo al mercado como un producto sostenible
Las jóvenes ya están empezando a valorar cómo comercializarlo. Mencionan que «el target del producto es de mediana edad con un poder adquisitivo alto«. Se trata de un producto «Premium». Esta es una de las principales razones por las que les gustaría ofrecerlo en restaurantes gourmet. Otra de las claves de su decisión es crear vínculos de confianza con estos locales. «Nos hemos centrado en conseguir un envase que se puede reutilizar, para ello necesitaríamos la colaboración de los restaurantes», matizan. De esta manera, el medio ambiente saldrá ganando.
Acabamos de mencionar el medio ambiente. El respeto hacia este es uno de los principales compromisos de Tricube. De hecho este factor se premia en el concurso que, no en vano, se llama Ecotrophelia. «Nuestra empresa tiene como misión ser eco-friendly e ir de la mano con el medio ambiente. Para ello, utilizaríamos energía verde, materias primas ecológicas y materiales reutilizables«, aseguran. La reutilización sería sencilla con la colaboración de los restaurantes. Cabe destacar que los ingredientes son ecológicos y carecen de aceite de palma.
Estemos atentos porque no descartan nuevas innovaciones. Se han planteado crear nuevas versiones de Tricube sin perder la esencia inicial. Resumen su filosofía en «innovación sin perder la tradición». De esta manera, se han planteado incorporar al postre los sabores más característicos de distintos países. Sin duda, se trata de un producto con mucho potencial en el que el atractivo estético juega un papel importante. Desde Información Gastronómica les deseamos buena suerte en la edición europea de la competición.